12.08.2020
UNA OPINIÓN SOBRE EL TANGO Y EL CANDOMBE.
El Tango y el Candombe, Patrimonios Inmateriales de la Humanidad, merecen un tratamiento diferencial con respecto a otras manifestaciones culturales por varias razones.
En primer lugar, se trata de músicas originales de nuestro país. En el caso del tango, Montevideo contribuyó de manera decisiva en la creación y desarrollo del género por lo menos hasta 1930, en una época en que la asimetría entre nuestra ciudad y Buenos Aires fue mucho menor que a partir de ese tiempo y hasta la actualidad. La importancia relativa de nuestra ciudad en el tango ha ido disminuyendo y es necesario tomar medidas al respecto. Sería importante una Ley del Tango, simila a la Ley 18059 que declara varias manifestaciones del Candombe de interés nacional. Incluso dentro del mundo del Candombe esta legislación es bastante desconocida lo cual es muy negativo porque hace que la cultura afrouruguaya se sienta indefensa frente a distintas agresiones cuando en realidad no debería estarlo de acuerdo con la Ley. Recordemos que en la pirámide jurídica la Ley está por encima de las disposiciones municipales, por ejemplo, por lo cual las manifestaciones callejeras del candombe deberían respetarse, si bien con sentido común también adecuarse al entorno vecinal y con limitaciones de horario y otras, pero siempre teniendo en cuenta que constituyen un bien cultural y un acervo protegidos por la Ley.
Volviendo al Tango, una Ley similar es necesaria puesto que existe una descoordinación entre las actividades y organizaciones del Tango, tanto privadas como gubernamentales, así como una notable carencia de orientación. Siguiendo el ejemplo de Argentina, donde la Ley 24.684, del 30 de agosto de 1996, declara “como parte integrante del patrimonio cultural de la Nación a la música típica denominada «tango», comprendiendo a todas sus manifestaciones artísticas, tales como su música, letra, danza y representaciones plásticas alusivas", una Ley del Tango uruguaya debería proteger esta cultura por distintos medios, tales como desgravación impositiva de sus actividades y emprendimientos (que habría que hacer extensiva al Candombe); la creación de una Academia del Tango del Uruguay, que además sería la única del mundo reconocida por la Academia del Tango de Argentina como Academia Autónoma (las demás Academias de Tango del Mundo son “correspondientes” de la argentina), y otras medidas en ese sentido.
Estas acciones cubrirían tanto los aspectos académicos y culturales como otro que es fundamental: la rentabilidad del Tango y del Candombe en el terreno cultural (conciertos, festivales, milongas, llamadas, Centros Culturales)como en otros como el turístico, el cual se encuentra claramente sub-explotado.
Para que esto suceda dos requisitos son necesarios e imprescindibles. El primero, una conciencia nacional de que ambos patrimonios son integrantes fundamentales de nuestra identidad y de nuestra esencia. Para esto y entre otras cosas es necesaria la inclusión urgente de ambas materias en los programas educativos, tanto en sus aspectos históricos como prácticos. El segundo, una inversión económica importante que no puede venir solamente de un Estado cuyas arcas suelen no ser muy propicias, sino también de la inversión privada. Para este segundo punto es que la desgravación y los incentivos son fundamentales, por un período limitado y hasta que las actividades culturales y turísticas puedan crecer y llegar a desenvolverse por sí solas. En este campo el dinero que se invierta , haciendo uso de un lugar común, es una inversión y no un gasto. También debe decirse que son muy improbables en nuestro país un turismo del rock o de la cumbia, mientras que el tango y el candombe podrían tener al respecto un gran futuro. Ya fenómenos como el Carnaval y las Llamadas generan gran interés fuera de fronteras; y en cuanto al tango, a Buenos Aires acuden anualmente en épocas normales unos 10 millones de turistas, de los cuales aproximadamente la mitad manifiestan interés por esta manifestación artística. Si Uruguay pudiera atraer a 50000 de ellos, los que realizaran un gasto promedio (540 dólares per cápita) esto representaría para nuestro país un ingreso de 27000000 de dólares. La mitad de este dinero se invierte en salarios, de los cuales como sabemos un porcentaje considerable lo recibe el Estado, independientemente de los impuestos. Por otro lado si un empresario contrata se supone que es para ganar dinero, o sea que las tres partes involucradas obtienen beneficios: empresarios, trabajadores y Estado. (No soy economista o sea que esto que digo debería tomarse con pinzas, pero creo que es bastante razonable).
Las autoridades actuales han demostrado interés en la protección, crecimiento y desarrollo de ambos géneros. Queda por ver si hay también la voluntad política necesaria para llevar adelante las medidas necesarias para que ese apoyo se refleje en la realidad.
Alberto Magnone.
Músico, escritor y Delegado del Ministerio de Educación y Cultura en la Ciatyc. Académico de Honor de la Academia del Tango de Buenos Aires,
El contenido de este artículo refleja únicamente el pensamiento de quien lo firma, no representando la opinión de la Ciatyc ni de ninguno de los Ministerios que la componen.
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